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Mariscos, ¿cuáles son tus favoritos?

Disfrutar de las mejores recetas con pescados y mariscos, esos de los que a todos les gusta ?hace sentirse NAT?.

Los mariscos y los crustáceos suelen estar en los menús de todos en ciertos momentos, en nuestras paellas, en nuestras tapas, ¿cuáles son tus favoritos?.

Ahora si los consumes durante todo el año no solo estarás disfrutando de sus sabores espectaculares, sino aprovechar también sus beneficios nutricionales.

¿Comerás ostras?; solo tienes que mirar los rostros de tus invitados para saber la respuesta de inmediato. Si hay una categoría de comida que no te deja indiferente es la de los pequeños de los océanos. Hay quienes los aman y quienes los odian, a veces sin conocerlos bien.

Es cierto que existen muchas variedades de mariscos, sin embargo, se pueden dividir en dos grandes familias: crustáceos (camarones, langostas, cangrejos,…) y moluscos (ostras, mejillones, berberechos, almejas,…), apareciendo en ocasiones con sus conchas, como la preciada vieira, o sin sus armaduras como las sepias y pulpos.

Ante tanta diversidad, siempre hay algo que tienen para deleitar a todos los paladares; incluso los más resistentes a los frutos de mar debería poder convertirse y dar su consentimiento para introducirlos en sus dietas.

Ahora bien, sin duda elegir productos locales en un mercado es puro placer. Pero, ¿cómo saber si un alimento que no consume habitualmente representa un riesgo para la salud? ¿están frescos los pescados y mariscos que estás a punto de comprar?.

Ante todo recuerda que, los mariscos es un alimento que deben consumirse con precaución. Al igual que la carne, un almacenamiento deficiente puede conducir al desarrollo de bacterias responsables de la intoxicación alimentaria y por ello es mejor consumirlos frescos.

Buenos para la figura y la salud

En primer lugar, los mariscos están llenos de vitamina B12, que son excelentes para ayudar con la anemia al ayudar al cuerpo a producir glóbulos rojos. Pero además de aportarnos vitamina B12, ciertas variedades de mariscos también son una buena fuente de vitamina B6 y vitamina B3 entre otras vitaminas.

Y lo son, seamos sinceros, son mucho más agradables de consumir que las cápsulas pequeñas o las ampollas de vitaminas.

Los mariscos también son un producto que contiene mucha proteína, pero poca grasa (en promedio, solo 2% de grasa) por porción. Y dado que contienen alrededor de 15 gramos de proteína por porción, si no eres un amante de la carne o eres un atleta que busca tonificar tus músculos, ¡los mariscos parecen la alternativa perfecta!.

Los mariscos no engordan

Fíjate, una ración de 100 g, el equivalente a 6 ostras, 3 vieiras o 6 langostinos, no aporta más de 80 kcal. No es mucho, frente a las 180 kcal de un salmón ahumado, las 220 kcal de un capón asado y algunas calorías más de cualquier plato.

Los mariscos no contienen azúcares ni grasas, sino solo proteínas cuyo efecto supresor natural del apetito ayuda a moderar el resto de la comida. Eso sí, para no perder este beneficio, es mejor evitar acompañarlos de mayonesa o tostadas con mantequilla.

Algunos consejos para conseguirlo: disfrutarlos en una ensalada de espinacas y cítricos, o disfrutar de ostras o almejas con un chorrito de limón y un tartar de algas: ¡una auténtica delicia!… obviamente, no deberías abusar de ellos…

  • Los langostinos se pueden comer crudos, con aceite de oliva, zumo de limón, jengibre fresco o chalota y cebollino.
  • Las ostras se cuecen, se escalfan en su propio zumo, se descascaran, se colocan sobre una zanahoria y un puerro troceados y se gratinan con pan rallado.
  • Las almejas se sirven con mayonesa cubierta con su zumo reducido, requesón y perejil picado.
  • Los mejillones van bien con hinojo o como chucrut de marisco

Las vitaminas y minerales de los mariscos

Los mariscos contribuyen a la ingesta de vitamina D, de la que carecemos en invierno sin exposición al sol. Contienen todas las vitaminas del grupo B, en particular la B12 útil para la memoria o la sangre y es encuentran entre los raros alimentos ricos en magnesio, con propiedades anti-estrés.

Aportan hasta el 100% de la ingesta diaria recomendada de yodo, esencial para el funcionamiento de la glándula tiroides, de cobre y selenio, que intervienen en las defensas del organismo.

Por sobre todo, son ricos en hierro y zinc de fácil asimilación, imprescindibles para el sistema inmunológico. Junto con el pescado, son los únicos proveedores de omega 3, específicos para la prevención de la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) y ciertas formas de depresión, además de potenciar la función mental.

Son aptos para todo tipo de dietas

Los mariscos tienen la reputación de tener un alto contenido de colesterol; en realidad, aportan tres veces menos que los huevos porque este colesterol se localiza principalmente en la cabeza, que no se puede ingerir.

Por el lado de la sal, su contenido varía entre 0,5 y 1,5 g por 100g (es necesario mantenerse por debajo de 6 g por día): en caso de hipertensión arterial, en lugar de privarte, bastará con no acumular en el mismo día otros alimentos muy salados (embutidos, salmón ahumado, sopa comprada en la tienda).

Hay mil formas de cocinarlos, ¿cómo los prefieres?