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Contar calorías puede llevar a una persona a mantener una figura genial, mientras se siga un protocolo sencillo, puede « hacer sentirse NAT ».
En realidad, contar calorías si funciona para un pequeño porcentaje de personas con un perfil especial, pero para la mayoría no es una técnica efectiva para bajar de peso.
Esto se debe a que existen algunos obstáculos asociados con el conteo de calorías y algunas de estas razones explican el por qué puedes colapsar y sentirte frustrado al hacerlo.
No hay coherencia con el seguimiento
Desde un punto de vista realista, habrá días en los te salgas del vagón y no controles tus calorías y, puede ser tal vez algún día aquí y allá, pero eres una criatura de hábitos, y cuando se forma un mal hábito esto puede ser un gran problema. .
Es que generalmente cuando fracasas. No hay vuelta atrás y terminas con contar calorías.
Ahora, si quieres perseverar debes saber que tu inconsistencia hace que tu peso fluctúe hacia arriba y hacia abajo, lo que hará que termines frustrado por no ver los resultados que deseas y termines rindiéndote.
No lo haces con precisión
Puede ser que estimes el tamaño de tu porción al ingresar los datos en una aplicación, pero la realidad es que no ser preciso te conducirá al fracaso.
Al contar calorías, debes ser preciso y pesar tu comida, pues no depende de algo virtual, es “físico” y en cierto modo es un hábito que no siempre lo desearías hacer, ¿o te animas a hacerlo?.
Pero estimar la cantidad de algo que estás comiendo, generalmente hará que estés muy por encima o por debajo de la cantidad real, saboteando tu conteo preciso de calorías.
No tomas en cuenta los bocadillos
Te sorprendería saber la cantidad de cosas que mordisqueas y bebes a lo largo del día no entra en tu proceso de contar las calorías porque sabes de qué se trata… ¡ es un simple snack !…
Puede que no parezca gran cosa ya que son solo un bocadillo, pero antes de que te des cuenta, habrás consumido cientos de calorías que ni siquiera estás contando.
Por ejemplo un pequeño trozo de chocolate, quizás un chicle o el café que tomas por la mañana, si le agregas leche, crema o azúcar ¿sumas todas al contar calorías adicionales?
Esas calorías líquidas pueden acumularse rápidamente, y si no estás contándolas con precisión. Al final de la semana ya has subido de peso.
Por lo tanto, debes responsabilizarte por TODO lo que te llevas a la boca, sin importar cuán grande o pequeño sea si mantienes un programa de pérdida de peso.
Obviamente esto no debe ser una obsesión pero si un procedimiento al entrenar, sea a nivel competitivo amateur o si necesitas llegar a un objetivo en un determinado tiempo.
Consumes alimentos incorrectos
Una de las trampas al contar calorías es que puedes comer lo que quieras siempre que se ajuste a tus macros.
Podría ser un tazón enorme de helado todos los días porque «se ajusta a tus macros», o comida rápida todos los días por la misma razón, pero el hecho de que algo encaje en tus macros no significa que sea una buena opción.
En este caso, las calorías que consumes son altas en grasas y azúcares y no son saludables. Definitivamente, estos tipos de alimentos no se alinean con un plan de nutrición dentro del proceso de pérdida de peso… aquí, contar calorías no servirá de nada…
El seguimiento no es sostenible
Comenzar a contar calorías es algo novedoso y efectivo, sin embargo, a medida que avanzan los días y las semanas, las cosas se ponen aburridas y rutinarias, lo que podría hacerte tirar al toalla.
Además, podrías sentirte incomodo cuando estás cerca de amigos y familiares al tener que medir todo lo que comes. En fin, a largo plazo, dejas de hacer el seguimiento por completo.
Si bien cuando se hace correctamente, el contar calorías si funciona, sin embargo, para la mayoría de las personas simplemente no es sostenible debido a los horarios y las muchas cosas que exigen atención.
¿ Cómo llevas tu dieta ?