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La árnica, la para desinflamar y alejar el dolor

En el botiquín de cada hogar, la árnica tiene un lugar importante puesto que es un antiinflamatorio tópico efectivo.

Lo que todos sabemos es que la árnica en cualquier formato puede eliminar hematomas, además de aliviar el dolor de golpes, lesiones deportivas y afecciones  reumáticas.

Desde hace siglos se usa como analgésico y antiinflamatorio tópico, porque es una opción segura y efectiva, que es una alternativa   a los medicamentos recetados, que algunas veces pueden tener efectos secundarios.

¿Qué es la árnica?

Árnica (Arnica montana) es una plata perenne de la familia de las  asteráceas, con flores de color amarillo anaranjado,  que crece en las montañas de Europa y Siberia.

Su principio activo es la  helenalina, una lactona que le confiere sus efectos  antiinflamatorios y otras propiedades, que se usa para tratar contusiones y magulladuras. Además contiene otras sustancias beneficiosas, entre las que podemos nombrar:

  • Acidos: tíglico, cafeico y acético.
  • Diterpenos y triterpenos.
  • Otras sustancias: flavonoides, ácidos fenólicos, cumarinas, carotenoides, timol y alcaloides pirrolizidínicos.

¿Para qué sirve?, propiedades del árnica

La combinación de compuestos vegetales bioactivos, le dan a la árnica sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

Mejora los hematomas y contusiones:

  • Se usa tópicamente para tratar hematomas, esguinces, dolores musculares, cicatrización de heridas, dolor en las articulaciones, inflamación por picaduras de insectos y por lesiones deportivas.
  • También es capaz de reducir la equimosis (decoloración de la piel generalmente causada por hematomas) cuando se aplica después de una rinoplastia, estiramiento facial u otro procedimiento cosmético.

Alivia el dolor:

  • Aplicado en forma de gel, crema o extracto, puede ayudar en el manejo del dolor crónico causado por enfermedades inflamatorias como la artritis, reumatismo o artrosis.
  • También es eficaz para aliviar el dolor después de la cirugía, como resultado de golpes y/o exceso de entrenamiento.

Usos de la árnica

La  árnica se encuentra comúnmente como tintura, que se puede usar como base para compresas y cataplasmas.

El aceite de árnica también usa en preparaciones tópicas o para masajes terapéuticos. Por otro lado, las sales tisulares se añaden a baños desinflamantes.

También se usa como ingrediente de geles, cremas, ungüentos con efectos analgésicos y antiinflamatorios tópicos.

Fuente natural de árnica

Las cabezas de las flores frescas o secas de la planta Árnica montana, se utilizan en preparaciones medicinales, así como  en la fabricación de cremas, ungüentos, geles y otros productos.

Suplementos de árnica

La árnica está disponible en diferentes aplicaciones como tinturas, cremas, geles, lociones, parches dérmicos, sales tisulares y aceite esencial. Aunque no son comunes, también se pueden encontrar suplementos en forma de comprimidos.

¿La árnica tiene efectos secundarios?

Es generalmente segura cuando se aplica tópicamente, sin embargo, usarla durante mucho tiempo puede irritar la piel, causando eccemas, descamación, ampollas u otras afecciones.  Así mismo, no debe aplicarse en heridas abiertas.

No debe ingerirse porque puede causar mareos, temblores e irregularidades cardíacas, además de irritar las membranas mucosas y provocar vómitos.

Bibliografía científica sobre la árnica

Una revisión de 29 artículos, sugiere que puede reducir la equimosis (decoloración de la piel generalmente causada por hematomas) si se usa después de una rinoplastia, estiramientos u otros procedimientos faciales.

Una revisión concluyó que aplicada en forma de gel/crema o extracto, puede ayudar en el manejo del dolor crónico.

Otra revisión de 2021indicó que es más efectiva para reducir los moretones que un placebo, además de  disminuir los moretones en los párpados después de la rinoplastia, si se combina con compresas frías.

Una revisión de 2016, encontró que es eficaz para aliviar el dolor (incluso después de cirujías) en comparación con un placebo, por lo tanto, es una alternativa viable a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), según la afección que se esté tratando.


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