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Vitamina E, manteniendo la belleza desde dentro hacia afuera

La vitamina E favorece las defensas antioxidantes, regula los lípidos en sangre, cuida el hígado, potencia la mente y embellece la piel.

Muchas personas usan suplementos de vitamina E con la esperanza de que las propiedades antioxidantes de la vitamina prevengan o traten enfermedades, sin embargo hay que tener cuidado al tener en cuenta a cualquier compuesto natural porque, según qué hagas puedes decepcionarte.

La suplementación es parte de la alimentación y, tu objetivo debería ser mantener esa dieta equilibrada y un régimen activo para evitar que la inflamación que se va produciendo de forma dinámica por dentro, explote y genere afecciones o enfermedades. En general, si sigues una dieta muy baja en grasas también puedes tener niveles bajos de vitamina E.

¿Qué es?

Ocho sustancias químicas componen la vitamina E, cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles, de los cuales, el alfa-tocoferol es el más utilizado y conocido.

Literalmente, la vitamina E no es una sola substancia sino un grupo de ocho compuestos liposolubles que tu cuerpo necesita para potenciar la inmunidad, tener una piel radiante y proteger la función cognitiva… ¿y más?…

Desempeña muchas funciones en tu cuerpo:

  • Proteger el tejido corporal del daño causado por los radicales libres y que impactan sobre las células, tejidos y órganos.
  • Formar glóbulos rojos y ensanchar los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule.
  • Ayudar a mantener el sistema inmunológico saludable, frente a los intrusos: “virus y bacterias”.
  • Las células también usan la vitamina E para intercambiar procesos entre sí y llevar a cabo muchas funciones importantes.
  • Permite que el organismo utilice la vitamina K.

¿Para qué sirve?, propiedades de la vitamina E

La vitamina E posee propiedades únicas, que te ayudan a mantenerte fuerte y vital.

Potencia las defensas antioxidantes

  • El estrés oxidativo es una condición que ocurre cuando hay un desequilibrio entre las defensas antioxidantes de tu cuerpo.
  • La acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS), provocan daño celular y un mayor riesgo de enfermedades.
  • La vitamina E actúa como un antioxidante eficaz en tu cuerpo y por tanto, puede reducir los marcadores de estrés oxidativo y aumentar las defensas antioxidantes.

Mejora la salud cardiovascular

  • Puede ayudarte a reducir los factores de riesgo de cualquier enfermedad cardíaca, como hipertensión o un ACV, por ejemplo.
  • Mediante su acción reduce los niveles de lípidos en la sangre, entre ellos el colesterol LDL (dañino) y los triglicéridos.

Promueve la función hepática

  • Lo hace especialmente en personas que sufren de hígado graso no alcohólico, pues es capaz de reducir las enzimas hepáticas alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST).
  • En sí, la vitamina permite reducir los niveles de lípidos en sangre, mejorando la salud del hígado.

Es fantástica para cuidar la piel

  • Es útil para tratar algunos trastornos de la piel, como eccemas.
  • Combate los radicales libres que aceleran el envejecimiento natural, por tanto embellece la piel, suavizando las lineas de expresión, debido a sus propiedades hidratantes y antioxidantes.
  • Colabora en la cicatrización de heridas.

Es útil para la salud cognitiva

  • Mantener niveles óptimos de vitamina E puede ayudarte a proteger tu cerebro contra el deterioro cognitivo.
  • Esto lo hace, gracias a sus propiedades neuroprotectoras y antioxidantes que retrasan el deterioro causado por el estrés oxidativo.

Ayuda a controlar la dismenorrea 

  • Se sugiere que la vitamina puede reducir el dolor pélvico y los calambres causados por la dismenorrea.

Usos comunes

Los beneficios de la vitamina E se derivan de dos características clave: sus propiedades antioxidantes, que combaten la inflamación y retardan los efectos de los radicales libres, y sus propiedades hidratantes que impulsan sus efectos gracias al consumo oral.

Los formatos de entrega vienen en cápsulas blandas, secas o en líquido, combinadas o no con ingredientes como algún que otro aceite o minerales.

Otras de sus aplicaciones populares se da en el campo de la cosmética, ya que es un ingrediente en muchos productos para el cuidado de la piel,  especialmente en aquellos que afirman tener beneficios anti-envejecimiento, pero también se usa para hidratar la piel, tratar el eccema, reducir líneas de expresión y calmar quemaduras solares.

Suplementos de vitamina E

Los suplementos de vitamina E vienen en diferentes presentaciones y pueden contener una o varias de las ocho formas químicas, como el alfa tocoferol, gamma tocoferol, tocotrienoles y tocoferoles mixtos.

Esta vitamina por ejemplo se puede combinar con suplementos de omega-3 para  reducir los niveles de triglicéridos, colesterol LDL y la inflamación o, con algún que otro antioxidante para brindar más protección al organismo.

En todo momento, presta atención a la etiqueta para no sobrepasar la ingesta diaria recomendada de vitamina E, que es de 1000 mg al día, ya que al ser liposoluble se almacena en tu hígado.

Fuentes naturales de vitamina E en los alimentos

Puedes encontrar vitamina E de forma natural en ciertos alimentos, entre los cuales están:

  • Los frutos secos como nueces, cacahuetes, avellanas y, especialmente, las almendras.
  • Aceites vegetales como los de germen de trigo, girasol, cártamo.
  • Semillas de girasol.
  • Verduras de hoja verde, como la espinaca y el brócoli.
  • Cereales y alimentos fortificados.
  • Y huevos, siempre los huevos.

¿Tiene efectos secundarios?

La vitamina E es segura cuando se toma en dosis apropiadas, pues se almacena en el hígado. Estás más que claro que debes sobrepasar las cantidades recomendadas.

En caso de sobredosis, pueden aparecer síntomas como   náuseas, dolor de cabeza, sangrado, fatiga. Recuerda que,  en dosis altas y a largo plazo, puede causar dificultades de coagulación y aumentar el riesgo de problemas en la próstata.

Bibliografía científica

Una revisión de 18 estudios realizada en 2019 encontró que, en comparación con los tratamientos con placebo, los suplementos de vitamina E redujeron significativamente la presión arterial sistólica, pero no la diastólica.

Otra revisión de 2021 de ocho estudios, encontró que la suplementación redujo los niveles de las enzimas hepáticas alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST), disminuyendo los niveles de lípidos en sangre y mejorando la salud hepática en personas con hígado graso.

En un estudio de 2018 en 100 mujeres con dismenorrea, tomar 200 UI de la vitamina al día, alivió el dolor menstrual más que un placebo. Los efectos fueron incluso mejores cuando la vitamina se combinó con un suplemento de omega-3 que contenía180 mg de EPA y 120 mg de DHA


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