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Navidad: ¿has pensado en nuestro cerdo?

Disfrutar de un cochinillo o un cerdo muy tierno y jugoso durante las fiestas, permite añadir muchos nutrientes a la par de proteínas de calidad y ? es sentirse NAT ?.

Comer carne de cerdo es una tradición en muchas regiones durante las fiestas de fin de año, aunque existen algunos recelos en cuanto a su consumo, debido a los mitos que rondan por ahí.

Como llegó el momento de pensar en tu cena de Navidad, compartiendo en familia esas recetas que más te gustan, esas de tu abuela, la de tu madre, con el increíble sabor que forma parte de tus tradiciones, pensamos en el cerdo, una carne típica de la península.

Las proteínas del cerdo

El cerdo contiene altas concentraciones de proteínas, que de seguro debería ser parte de tu dieta, aunque estés entrenando o no.

  • El gran aporte de aminoácidos esenciales (proteínas), ayuda en la construcción de tus huesos, músculos, piel y sangre, además es un componente clave para ayudar a tu cuerpo a reparar las células y producir nuevas células.
  • De igual forma, estas proteínas desempeñan un papel importante en tu sistema inmunológico y en la producción de enzimas, hormonas y otras sustancias químicas corporales.

Entre los cortes más consumidos y versátiles por su calidad proteica, están los siguientes:

Estos cortes de cerdo son fáciles de cocinar y adaptable a casi cualquier receta navideña.

Los minerales multifacéticos de su carne

La carne de cerdo posee los siguientes minerales, importantes para varias funciones, aunque trabajan en sinergia:

  • Potasio: este mineral que contiene la carne de cerdo, equilibra tus fluidos corporales y es necesario para las contracciones musculares, ya que ayuda a enviar impulsos nerviosos y a mantener un ritmo cardíaco constante.
  • Selenio: este oligoelemento ayuda a proteger las células de tu cuerpo del daño y también juega un papel importante papel en la regulación del metabolismo de la hormona tiroidea.
  • Fosforo: ayuda a formar y proteger tus huesos y tener dientes fuertes, además que es clave para mantener un pH normal en tu cuerpo. También desempeña un papel importante en el transporte de nutrientes dentro y fuera de las células.
  • Zinc: se encuentra en todas las células de tu cuerpo y es fundamental para su crecimiento, desarrollo y reproducción. Además, es imprescindible para producir proteínas y ADN, además de ayudar al sistema inmunológico a combatir bacterias y virus.

El cerdo también contiene vitaminas

Además de los ricos minerales, esta carne, la que puedes aprovechar en Navidad, posee más de una vitamina, que te dará energía y mantenerte saludable los próximos días:

  • Vitamina B-3: ayuda a convertir los alimentos en energía y es esencial para una piel, cerebro y sistema nervioso saludables, además mantiene el sistema cardiovascular saludable.
  • Tiamina: convierte los alimentos en energía y es crítico para el crecimiento, desarrollo y función de las células de tu cuerpo, impulsando el buen funcionamiento del corazón
  • Vitamina B: es necesaria para las reacciones enzimáticas involucradas en el metabolismo, además que es muy importante para el desarrollo del cerebro durante el embarazo y desempeña un rol importante en la función inmunológica.
  • Rivoflavina: sirve el crecimiento, desarrollo y función de las células de tu cuerpo incluidos los ojos, además de convertir los alimentos en energía,

El cerdo y sus nutrientes musculares

Además de ser muy portentoso, la carne de cerdo viene con una variedad de nutrientes que pueden hacer milagros en tus músculos como  la taurina, beta-alanina y creatina.

  • La beta-alanina es una forma fina de aminoácido que se encuentra en la carne de cerdo y una vez en tu cuerpo, ayuda en la producción de carnosina, que es un elemento crucial en el desarrollo muscular.
  • La creatina es fundamental para la energía y la reducción de fatiga, sobre todo si tienes actividades físicas que requieren de fuerza y potencia.
  • La taurina además de ser digestiva, tiene una poderosa acción antioxidante, que es fundamental para el sistema inmunológico.

La glicina, un compuesto no reconocido

El cerdo contiene una cantidad significativa de glicina un nutriente escaso que rara vez se puede encontrar en la carne de animales.

En su carne, la glicina se encuentra principalmente en la piel que contiene básicamente 11,919 mg por cada 100 gramos de carne.

Aunque la glicina no es esencial, es un aminoácido útil para reparar tejidos dañados favoreciendo su curación y hasta la recuperación del ejercicio.

Además,  promueve la salud de tu sistema digestivo y actúa como un antiácido, mantiene tu próstata sana y contribuye a la correcta actividad de tu sistema inmunológico, lo que lo hace un alimento genial para los deportistas.

La grasa de nuestros cerdos

A diferencia de otros tipos de carne roja, la carne de cerdo contiene cantidades increíblemente altas de grasa que oscila  entre el 10 y el 16%.

Pero esas tasas pueden ser mucho más bajas si consideras los niveles de recorte, es decir que puedes eliminar gran parte de la grasa, ya que se diferencia  fácilmente del resto de la carne, aunque existen otros métodos:

  • Elegir partes con un mínimo de grasas visibles, como lomo de cerdo, solomillo asado y chuletas.
  • Usar métodos de cocción bajos en grasa, como asar u hornear.
  • Cocinar cortes finos de cerdo.
  • Usar ingredientes con una composición mínima de grasas.

Recuerda en parte, que las grasas también son importantes en la dieta, porque cumplen diversas funciones, incluso las saturadas, si las consumes con moderación.

Nuestros jamones navideños

Todos sabemos que España tiene una gran gastronomía, y en Navidad tienen grandes especialidades festivas y nuestra comida principal normalmente tiene lugar el 24 de diciembre, en la Nochebuena.

El jamón serrano es imprescindible, pero el marisco y el pescado también tienen su lugar en la mesa, especialmente los langostinos, pero siempre es un condimento especial tanto en nuestras tapas como como parte de los platillos principales.

El jamón serrano es uno de esos productos que pasan a ser, a lo largo de la vida, parte de nuestra historia personal. Quién no asocia, desde niños, una pieza de jamón curado, colgada en la pared de la cocina de los abuelos o tus tíos, especialmente durante la Navidad.

Un jamón no es solo un alimento más para comer, se lleva consigo todo el bagaje tradicional, momentos especiales, reuniones, despedidas, etc.

Al disfrutar de nuestros jamones, no solo alimentamos el cuerpo, sino también el alma.

En fin, inspírate y comparte tus ideas en familia si disfrutarías de una receta de cerdo, aportando lo tuyo.

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