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Mucho calor: ¿cuidas tu corazón?

Seguir una rutina saludable desde todo punto de vista hará que el corazón funcione mejor y eso ? es sentirse NAT?.

Las temperaturas están en ascenso y las olas de calor se sienten en muchas regiones, por ello ¿tienes en cuenta tu corazón?.

Recuerda, que no es tan fácil para tu corazón soportar el calor de esta época, ya que los días calurosos y húmedos pueden ponerlo en riesgo, especialmente si sufres de algún problema cardíaco preexistente.

En climas cálidos, tu  sistema cardiovascular trabaja un poco más para refrescarse, por tanto es sometido a un estrés severo. Pero, ¿qué hacer entonces?.

Algunos cuidados básicos son suficientes para ayudarte a disfrutar el verano de una manera saludable para tu corazón, especialmente cuando salgas al aire libre en un día cálido.

Estar siempre bien hidratado

El calor de los intensos días de verano, elimina el exceso de líquidos de tu cuerpo, lo que se conoce como deshidratación, que  puede provocarte agotamiento por calor e insolación.

Cuando tu cuerpo no tiene suficientes líquidos y sufre de  deshidratación, el volumen de sangre se reduce y se espesa, disminuyendo el suministro adecuado de sangre a  tu corazón, que no puede bombearla a los órganos de tu cuerpo, afectando su correcto funcionamiento.

Por eso, es fundamental que te mantengas bien hidratado, bebiendo más líquidos como agua, agua de coco, sopas y zumos.

También debes tomar mucha agua antes, durante y después de cualquier actividad física, o cuando estés bajo el sol húmedo, para evitar la deshidratación.

Asegúrate de beber agua a intervalos frecuentes aunque no tengas sed es fundamental para combatir un golpe de calor.

Vístete para el calor

Si necesitas pasar más tiempo al aire libre, asegúrate de que tu vestuario sea apropiado para el clima cálido.

Utiliza ropa liviana, de colores claros y telas transpirables como el algodón o una tela sintética que repele el sudor y te ayude a tu corazón a mantenerte lo más fresco posible.

No olvides usar gafas de sol, un sombrero, zapatos y calcetines bien ventilados que te ayuden a controlar tu temperatura corporal en el calor.

Adecua tu dieta al clima cálido

Todo alimento con alta densidad calórica, genera eso: calor. Por  lo tanto, tu dieta debe ser adecuada, evitando las grasas saturadas y trans, que también pueden  bloquean el flujo sanguíneo en las arterias al elevar los niveles de colesterol LDL (dañino).

Definitivamente para mantenerte fresco y saludable, aléjate de los alimentos como margarina, pasteles, tartas y galletas, alimentos envasados ​​y horneados, comidas rápidas, etc.

Es mejor que elijas alimentos como frutas y verduras, que tienen  más contenido de agua y que te ayudan a mantener tu temperatura corporal fresca.

Si sigues una dieta mediterránea (una de las mejores) combina pescados, carne magra, huevos y otros mariscos que tienen un aporte importante de proteínas y grasas saludables para tu organismo.

El aceite de oliva debe acompañar a tus ensaladas todos los días.

Estos alimentos naturales contienen antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de aterosclerosis, acumulación de grasa y colesterol en las paredes internas de tus arterias.

Del mismo modo, debe evitar el consumo de alcohol o bebidas con mucha cafeína durante el verano, ya que pueden desencadenar la deshidratación, lo que aumenta tu riesgo de complicaciones cardíacas.

Limita tus actividades al aire libre

Es verdad que en verano prefieres estar al aire libre, pero debes tener en cuenta que tu energía se agota más rápido por el calor, lo que puede causar un estrés inusual en tu corazón.

Para evitar esto, debes limitar tú tiempo de ejercicio al aire libre y priorizar  el ejercicio en interiores con ambientes controlados, además trata de beber más agua durante cualquier sesión de ejercicios

Del mismo modo, es aconsejable que descanses lo suficiente con  una buena higiene del sueño. Es decir, mantén el mismo horario para acostarte y despertarte, aunque la vida nocturna del verano te invite a estar despierto por más tiempo.

Corazón: ¿medicamentos o suplementos?

Si tomas medicamentos para hipertensión o enfermedades cardíacas, vigila su consumo. Sin dudarlo, pueden servir, pero piensa en dos suplementos como una vitamina energética como la coenzima Q10 y los omega-3, que desde todo punto de vista mejorarán tu bienestar cardíaco.

Por otro lado, es mejor alejarte de algunos medicamentos, como los diuréticos o las píldoras de agua que ayudan a eliminar la orina, pues también pueden promover la deshidratación en el caso que compitas como atleta fitness.

También debes acudir a un especialista si notas algún cambio inusual en tu salud como fiebre alta, mareos o confusión, sudoración excesiva, piel enrojecida, seca o húmeda.

¿ Sigues una rutina en verano ?