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El coco es ese manjar tropical más grande de todos, cuyo zumo tiene la propiedad de refrescar e hidratar, además de ser nutritivo
Tanto la pulpa como la semilla de coco son reconocidas gracias a sus contenidos de grasas, vitaminas y minerales.
Su nombre se lo debe a los exploradores portugueses, quienes que lo llevaron a Europa. Les llamo la atención su aspecto peludo, con tres agujeros similar a la cara del fantasma de las historias para niños, el “Coco”.
Se puede encontrar fresco o seco, además de ofrecer un aceite que es muy apreciado por su aporte de ácidos grasos y sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
¿Qué es el coco?
El coco es la fruta-semilla (drupa) de la especie tropical cocotero (Cocos nucifera). Su lugar de origen aún se discute, mientras muchos consideran que proviene de Asia del Sur, concretamente del delta del Ganges, otros dicen que proviene de América del Sur.
Pero cualquiera sea su origen, es el árbol frutal más extendido naturalmente en el planeta.
- Es rico en grasas saturadas y calorías, con moderado contenido de carbohidratos y proteínas.
- Su alto contenido de fibra favorece la pérdida de peso y a mejorar el tránsito intestinal.
Pero su propiedad más conocida es la de reponer los electrolitos perdidos a través de la sudoración causada por el ejercicio físico intenso, climas extremadamente cálidos o episodios de vómitos o diarrea, especialmente por sus micronutrientes.
Hay que destacar que es una fruta altamente nutritiva debido a poseer un impresionante perfil nutricional:
- Vitaminas: C, tiamina (B1), rivoflavina (B2), niacina (B3), ácido pantotenico (B5), piridoxina (B6) y folato (B9).
- Minerales: cobre, selenio, magnesio, fosforo, hierro, potasio, manganeso y zinc.
- Grasas: saturadas, monoinsaturadas y triglicéridos de cadena media (TCM).
- Compuestos fenólicos: ácido gálico, caféico, salicílico, láurico y p-cumárico.
¿Para qué sirve?, propiedades del coco
El valioso coco combina muchos nutrientes que ayudan a mantener un estilo de vida saludable y activo.
Protege contra el estrés oxidativo:
- Contiene compuestos fenólicos que neutralizan las moléculas conocidas como radicales libres, que causan daño celular y enfermedades crónicas como diabetes, artritis, cáncer o problemas cardiacos.
Mejora la resistencia atlética:
- Contiene triglicéridos de cadena media (TCM), que aumentan la resistencia atlética, debido a que son grasas con una estructura química especial, la cual permite al cuerpo digerirlas más rápido optimizar el uso de la energía que aportan.
Controla el azúcar en sangre:
- Reduce los niveles de azúcar en la sangre, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y sus antioxidantes.
- El alto contenido de fibra retarda la digestión mejorando potencialmente la resistencia a la insulina, lo que regula los niveles de azúcar en la sangre.
Repone electrolitos:
- Es rico en minerales, por tanto beber su agua ayuda a reponer rápidamente los electrolitos perdidos, causados por problemas estomacales con vómito, diarrea o en caso de excesiva sudoración.
Previene infecciones:
- Los TCM tienen propiedades antimicrobianas que evitan la proliferación de hongos, virus y bacterias.
- Ayuda a mantener el equilibrio de la flora intestinal que es primordial para el sistema inmunológico.
- Sus antioxidantes fortalecen las defensas del organismo.
Favorece la pérdida de peso:
- Contiene principalmente fibra insoluble que aumenta la sensación de saciedad, controlando el apetito y la ingesta exagerada de alimentos.
- Con sus triglicéridos de cadena media, un tipo de grasa que pasa directamente del intestino al hígado, favorece la quema de grasas, elevando el metabolismo y aumentando la sensación de saciedad.
Protege la piel:
- Gracias a que contiene vitamina E y otros antioxidantes, previene el envejecimiento prematuro de la piel, mientras que sus proteínas reparan los tejidos y contribuyen a la salud celular.
Usos del coco
El coco tiene muchos usos como alimento, pues añade un agradable sabor a los platos salados como el curry, guisos de pescado, arroces o incluso en gambas empanizadas.
Así mismo, su pulpa rallada es excelente para hornear porque agrega un toque de dulzura natural y humedad a las galletas, muffins y panes. También se puede mezclar con la avena, el pudín o yogurt para obtener un refuerzo de calorías.
Su harina se utiliza como sustituto de la harina de trigo, porque no contiene gluten; es una opción popular para quienes siguen dietas o personas celiacas.
El aceite es una deliciosa grasa estable al calor, que se puede usar en lugar de otros aceites para hornear, saltear o asar.
Por su acción antiséptica y diurética, en muchos países tropicales se emplea como remedio popular contra el asma, la bronquitis, contusiones, quemaduras, estreñimiento, disentería, tos, fiebre y gripe.
Fuente natural el coco
La especie tropical cocotero (Cocos nucifera) es la palmera más cultivada a nivel mundial.
Su fruto-semilla comestible es el coco, del que se extrae el agua, la pulpa y el aceite, útiles tanto para cocinar, como ingredientes en los complementos alimenticios y en productos cosméticos.
La pulpa se puede consumir fresca, seca, rallada o en copos, además de servir para la elaboración de la leche y la crema.
Su aceite orgánico es uno de los productos más buscados por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y anti fúngicas que mejoran la salud. Se obtiene de la pulpa prensada en frio, lo que mantiene sus cualidades intactas.
Suplementos de coco
El aceite orgánico de coco es el producto más popular que se consume como suplemento o se utiliza para cocinar. También es ingrediente de productos para el cuidado personal, incluyendo bálsamos, cremas, lociones, bronceadores, mascarillas y muchos otros.
Por otro lado, está disponible deshidratado en copos rallados como harina o leche, entre otros productos que pueden considerarse complementos nutricionales.
¿El coco tiene efectos secundarios?
El coco es seguro; proporciona nutrientes muy valiosos, sin embargo, es altamente calórico y contiene grasas saturadas, por lo que debe consumirse con moderación como parte de una dieta balanceada, junto con una otras grasas saludables, como el aceite de oliva.
Bibliografía científica sobre el coco
Según varios estudios, gran parte de las grasas del coco se encuentran en forma de triglicéridos de cadena media (TCM), que se metabolizan de manera diferente a otros tipos lípidos, absorbiéndolos directamente en el intestino delgado y para usarlos rápidamente como energía.
En este sentido, una revisión sobre los beneficios de los TCM en personas con obesidad, encontró que pueden promover la pérdida de grasa corporal cuando se consumen en lugar de las grasas saturadas de cadena larga, presentes en los alimentos de origen animal.
Un estudio que involucró a 50 niños, encontró que enjuagar su boca con el aceite después de cepillarse los dientes, fue tan efectivo como la clorhexidina, un desinfectante común para reducir el crecimiento de Streptococcus mutans.
Además, un estudio de probeta demostró que una emulsión que contenía el aceite y agua, fue eficaz contra Staphylococcus epidermidis y Escherichia coli, dos cepas de bacterias asociadas con enfermedades transmitidas por los alimentos.
Otro estudio que involucró a 48 personas con síndrome metabólico, encontró que reemplazar otras grasas en la dieta con su aceite virgen, mejoró los niveles de triglicéridos además de reducir el azúcar en sangre en ayunas, después de 4 semanas, en comparación con un grupo de control.
Algunos estudios han demostrado que los antioxidantes que se encuentran en el aceite de coco, pueden ayudar a proteger las células del daño y la muerte causados por el estrés oxidativo y la quimioterapia.