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Consumir aceite de pescado no solo te ayudará a promover la salud cardiovascular o mental, también genera bienestar.
El aceite de pescado es una de las mejores fuentes dietéticas de ácidos grasos omega 3, los cuales son imprescindibles para muchas funciones corporales, desde la actividad muscular, la mental hasta el crecimiento celular.
Se obtiene de pescados azules como el arenque, el atún, las anchoas y la caballa, además del hígado de otros peces como el bacalao.
Este ingrediente estrella participa en cualquier dieta sana y equilibrada, ya que protege el corazón, reduce el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas o de los ojos y alivia los síntomas de la artritis reumatoide, entre otras cualidades.
¿Qué es el aceite de pescado?
Los aceites extraídos de pescados grasos como el atún, las sardinas, las anchoas y la caballa proporcionan dos tipos de ácidos grasos omega-3: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), que ayudan a reducir la inflamación en general, mejorando algunas condiciones de salud relacionadas.
Alrededor del 30 % del aceite de pescado se compone de omega-3, mientras que el 70 % restante se compone de otras grasas y algunas vitaminas como la A y D.
Es importante tener en cuenta que los ácidos grasos que lo componen, tienen mayores beneficios para la salud que los que se encuentran en algunas fuentes vegetales, como el ácido alfa-linolénico (ALA).
Es un hecho que la dieta actual ha reemplazado muchos omega-3 con otras grasas, como omega-6, provocando una proporción distorsionada que puede contribuir a numerosas enfermedades.
¿Para qué sirve?, propiedades del aceite de pescado
Debido a que la inflamación crónica de bajo grado está asociada con el envejecimiento prematuro y una serie de enfermedades, los ácidos omega-3 contenidos en el aceite de pescado pueden ofrecer un amplio espectro de protección para la salud.
Protege el sistema cardiovascular:
- Ayuda a aumentar el colesterol HDL positivo para el corazón, mientras reduce los triglicéridos y el colesterol LDL (dañino).
- Incluso en pequeñas dosis, ayuda a reducir la hipertensión.
- Puede prevenir la formación de placas de ateroma, que provocan el endurecimiento de las arterias, obstruyendo el flujo sanguíneo normal.
Previene el deterioro mental:
- El cerebro se compone de casi un 60 % de grasa y gran parte de ella son ácidos grasos omega-3, por lo tanto, es esencial para la función cerebral optima.
- Los suplementos, especialmente los ricos en EPA, pueden aliviar los síntomas de la depresión.
- Puede mejorar la hiperactividad, falta de atención, impulsividad y agresión, impulsando el proceso aprendizaje en adolescentes.
- Ralentiza la disminución natural de la función cerebral causada por el envejecimiento, además de potenciar la memoria en personas mayores.
- Reduce algunos síntomas de la esquizofrenia, el trastorno bipolar o de trastornos psicóticos.
Reduce la inflamación:
- Disminuye la producción y la expresión génica de moléculas inflamatorias llamadas citosinas.
- Reduce el dolor y la rigidez de las articulaciones en personas que sufren artritis reumatoide.
Protege los huesos:
- Ayuda a mantener los huesos fuertes durante el envejecimiento, pues reduce los marcadores de descomposición ósea, previniendo enfermedades como la osteoporosis.
Ayuda a perder peso:
- Puede apoyar la pérdida peso al disminuir el cortisol, la hormona del estrés relacionada con el aumento de grasa, especialmente abdominal.
Protege la salud ocular:
- Reduce el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, que resulta en la pérdida o distorsión del campo de visión central.
Usos del aceite de pescado
Durante el crecimiento, el aceite de pescado es un suplemento destinado a impulsar el desarrollo mental, ocular y físico de los niños.
En los últimos años, se ha convertido en un suplemento popular entre los atletas, pues se usa para fomentar el aumento de masa magra, además de reducir los niveles de grasa corporal y colesterol.
Gracias a su efecto antiinflamatorio, puede mejorar el funcionamiento cardiovascular y rebajar el impacto de las enfermedades articulares.
Además, la piel también se beneficia de su contenido de omega-3, pues protege las células cutáneas de la exposición al sol y del desgaste producido por el envejecimiento.
Fuente natural de aceite de pescado
El aceite de pescado proviene de los tejidos de algunos pescados grasos, incluyendo:
- Atún, Salmón, Caballa, Sardina, Arenque y Anchoas.
- Hígado de bacalao.
Suplementos de aceite de pescado
Los suplementos vienen generalmente en cápsulas líquidas que incluyen formas como los ésteres etílicos, los triglicéridos, los triglicéridos reformados, los ácidos grasos libres y los fosfolípidos.
- Es preferible tomar un suplemento que contenga al menos 500 mg de EPA y DHA por cada 1000 mg de aceite de pescado.
Ten en cuenta que son muy propensos a la oxidación, lo que hace que se vuelvan rancios fácilmente. Para evitar esto, elige un producto que contenga un antioxidante, como la vitamina E, además de mantenerlos alejados de la luz, idealmente en el refrigerador.
Debes procurar tomarlos junto con otras grasas dietéticas, pues esto mejora su absorción
¿El aceite de pescado tiene efectos secundarios?
Si se toman según las indicaciones, los suplementos de aceite de pescado generalmente se consideran seguros. Sin embargo, en algunos casos pueden ocasionar efectos secundarios leves, incluidos:
- Sabor a pescado.
- Mal aliento.
- Acidez estomacal, náuseas o diarrea.
- Erupciones.
Cuando se toma en grandes dosis, puede aumentar el riesgo de sangrado, especialmente si se combina con medicamentos anticoagulantes y antiplaquetarios.
Bibliografía científica sobre el aceite de pescado
Según varios estudios, el consumo de aceite de pescado parece reducir múltiples factores de riesgo de enfermedad cardiaca, pues tiene beneficios para la salud del corazón que incluyen la reducción de niveles de colesterol LDL y triglicéridos, entre un 15 y un 30 %, además de controlar la hipertensión arterial y prevenir la formación de placa de ateroma, causante de ateroesclerosis.
La investigación demuestra que la suplementación en dosis altas, puede reducir algunos síntomas de la esquizofrenia, del trastorno bipolar y reducir las posibilidades de trastornos psicóticos
Un estudio encontró que consumir una dosis alta durante 19 semanas, mejoró la visión en personas con degeneración macular relacionada con la edad.
En dos estudios, uno en personas con obesidad y otro en personas que experimentaban estrés, se descubrió que reduce la producción y la expresión génica de moléculas inflamatorias llamadas citosinas. Además, tiene la capacidad de reducir significativamente el dolor y la rigidez de las articulaciones en personas con artritis reumatoide.
Según algunos estudios, tomar suplementos durante el embarazo, puede mejorar el desarrollo del cerebro fetal, el desarrollo visual y ayudar a reducir el riesgo de alergias.
Otros estudios demuestran que puede mejorar la percepción de hiperactividad, falta de atención, impulsividad y agresión en los niños. Esto puede beneficiar el aprendizaje temprano en la vida.
Según dos estudios, las personas que lo ingieren, tienden a experimentar una disminución más lenta de la función cerebral en la vejez.
Varios estudios sugieren que los suplementos reducen los marcadores de descomposición ósea, lo que puede prevenir la osteoporosis.