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Reducir la grasa corporal no solo es vital para sentirte pleno como deportista o culturista, sino también para elevar tu testosterona y eso?es sentirse NAT?.
En el mundo del culturismo, tener demasiada grasa corporal puede ser perjudicial ya que resta valor a tu físico, reduce tu velocidad y rapidez, disminuyendo así tu rendimiento atlético, pero… ¿ qué tiene que ver con la testosterona ?.
Aunque el tejido graso puede ser físicamente desagradable y perjudicial, las células grasas realizan una función importante en tu organismo.
Aquí te mostramos como el sobrepeso puede afectarte negativamente, ya que disminuye drásticamente la producción de la hormona de desarrollo muscular, SÍ, la testosterona.
La función del tejido graso
El tejido graso, además de almacenar energía en forma de triglicéridos, puede considerarse un órgano endocrino atípico.
Esto significa que tiene la capacidad de secretar varias hormonas diferentes, conocidas como adipocinas, al torrente sanguíneo.
Una de estas adipocinas llamada leptina, la cual es secretada por las células grasas después de que acumulan triglicéridos.
Cuanta más grasa corporal tengas, mayor será la cantidad de leptina que circula en tu sangre.
La leptina es una señal para el cerebro que disminuye el apetito y la ingesta de alimentos, además estimula la tasa de oxidación de ácidos grasos, convirtiendo la grasa almacenada en energía.
Desafortunadamente, la capacidad de la leptina para disminuir el consumo de alimentos mientras quemas grasa, se compensa con alimentos ricos en calorías, lo que puede conducirte a un aumento de la grasa corporal.
Todo bien, ¿ y la testosterona ?
Es que la evidencia clínica muestra que una mayor cantidad de grasa corporal en hombres, junto con niveles correspondientemente más altos de leptina, se asocia frecuentemente con niveles bajos de testosterona.
Entonces se indica una posible conexión entre las adipocinas, como la leptina, y una menor producción hormonal.
La leptina y la testosterona
Varios estudios relevantes demuestran la capacidad de la leptina para reducir la producción de testosterona.
Un estudio que utilizo células testiculares aisladas a las que se les administró una cantidad excesiva de leptina, para imitar una mayor cantidad de grasa corporal, resultó en una disminución apreciable de la producción hormonal.
Otro estudio de 2001, observó que cuando ciertos animalitos fueron tratado con leptina, mostraron una respuesta disminuida a la producción de testosterona estimulada por gonadotropina coriónica humana (hCG).
- Como la hCG imita la función de la sustancia estimulante de la testosterona natural, la hormona luteinizante (LH).
- Este resultado implica que la leptina inhibe la capacidad de la LH para estimular la producción hormonal.
Además, en un estudio los investigadores confirmaron la presencia de un receptor de leptina funcional en los testículos de los roedores.
Este receptor es capaz de transducción de señales, lo que sugiere un efecto directo de la leptina sobre la producción testicular de testosterona.
Así, la leptina disminuye directa e indirectamente la producción de testosterona.
Y, ¿la enzima aromatasa?
Las células grasas también pueden disminuir los niveles de testosterona al secretar la enzima aromatasa, que es un catalizador que convierte la testosterona en el estradiol, un compuesto similar al estrógeno.
Debido a que el estradiol le dice al cerebro que hay muchas hormonas esteroides circulando en la sangre, el cerebro reacciona al nivel alto de estradiol reduciendo la secreción de LH que estimula la producción de testosterona.
Una investigación reciente confirmó la influencia negativa de la grasa, al mostrar que los hombres con altos niveles de grasa corporal aumentan su producción hormonal después de perder grasa corporal.
Después del programa de ejercicios y la pérdida de grasa, se repitieron las mediciones hormonales.
Los resultados mostraron que una disminución en los niveles de grasa corporal y aromatasa, llevó a un aumento en los niveles de LH y testosterona, junto con una disminución en los niveles de estrógeno.
Las células grasas inactivan a la DHT
En los hombres, aproximadamente el 5% de la testosterona se somete a una conversión bioquímica en el andrógeno más potente: la dihidrotestosterona (DHT).
A pesar de la reputación de la DHT como un potente andrógeno, también contribuye considerablemente al crecimiento anabólico de los músculos.
Esto lo hace al unirse fuertemente al receptor de andrógenos, que inicia la síntesis de proteínas musculares en las células musculares, impulsando el crecimiento y la fuerza de los músculos.
Resulta que el tejido graso no solo convierte la testosterona en estradiol, sino que también transforma enzimáticamente la DHT en varios metabolitos anabólicamente inactivos diferentes.
Debido a que la DHT es un metabolito directo de la testosterona, la eliminación de la DHT por las células grasas también hará que el cuerpo convierta la testosterona adicional en DHT, lo que reducirá los niveles hormonales y de DHT.
Cuanto mayor grasa corporal tengas, más DHT y testosterona se desactivará en tu cuerpo.
Para finalizar, varias enzimas en el tejido graso desactivan la DHT y los sujetos con mayores niveles de grasa corporal muestran mayores niveles de eliminación de DHT.
¿ Tienes sobrepeso actualmente ?