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Meta deportiva, ¿la tienes?

Poseer una meta deportiva alcanzable no solo te reconfortará cuando llegues a cumplirla, sino te hará un mejor atleta lo que ?hace sentirse NAT?.

Independientemente de si eres un atleta profesional o aficionado, sabes que el establecimiento de una meta deportiva es clave para lograr resultados y que los objetivos específicos son significativamente más motivadores que cualquier intención vaga de «intentar lo mejor».

Estos objetivos específicos funcionan iniciando el compromiso cognitivo, es decir, enfocando tu atención y alentando la perseverancia para promover un cambio en tu comportamiento, que te permita alcanzar el objetivo que te has fijado.

Pero, si ya estableciste estos objetivos específicos y motivadores, ¿por qué a veces todavía te quedas corto cuando se trata de alcanzarlos?

Existen formas en las que puedes trabajar de manera diferente para que esta meta deportiva o varias parciales sean más impactantes.

Apunta relativamente alto

Volverte demasiado ambicioso o ir a lo seguro es un enfoque equivocado.

  • Para funcionar de manera óptima, tu cuerpo debe estar en un estado de sobre esfuerzo para poder adaptarte y fortalecerte.
  • Por lo tanto, es más probable que objetivos específicos que estén simplemente fuera de tu alcance, mantengan tu motivación y te lleven al logro deportivo que persigues.

Lo que es realmente difícil, estipular estos objetivos con el nivel de dificultad adecuado, ya que demasiado fácil hará que pierdas el interés.

En este contexto trabajar demasiado duro hará que tengas dificultades en las duras sesiones de entrenamiento.

Observa tus logros pasados

Si te gusta correr, nadar, andar en bicicleta o levantar pesas, o simplemente quieres mejorar tu nivel de condición física, puedes revisar tus experiencias anteriores para ayudarte a establecer tu próximo objetivo.

Observar lo que has logrado en el pasado y luego fija una meta deportiva más allá de ese nivel, pero dentro de un alcance realista con trabajo duro.

Si tienes dificultades para hacerlo, trabaja con un buen entrenador, quien podrá predecir tu potencial basándose en tu individualidad.

Piensa de forma inteligente

Si te aseguras de que tu meta deportiva sea específica, medible, alcanzable, realista y oportuna, es probable que puedas fijarla y que estés motivado para alcanzarla.

Sin embargo, esto a menudo no es suficiente, ya que hay componentes adicionales que debes tener en cuenta durante el proceso de establecimiento de objetivos, para optimizar tu motivación y ver el logro máximo de tus esfuerzos:

Los objetivos que forma parte de tu meta deportiva se pueden definir como objetivos parciales o de proceso, y ambos son esenciales.

  • Los objetivos finales pueden ser el tiempo, el lugar o a la posición que quieres llegar.
  • A menudo son muy específicos y están  ambientados en un futuro lejano.
  • Los objetivos de proceso, son los objetivos más pequeños y alcanzables que necesitas establecer en menos tiempo.

La acumulación de estos objetivos de proceso o parciales, aumenta las posibilidades de obtener los resultados buscados en tu meta deportiva.

Realiméntate siempre

En la era de la tecnología y las aplicaciones de grabación de rendimiento, como, monitorear tu progreso es cada vez más fácil.

Hoy accedes online a datos sobre frecuencia cardíaca, recuperación, VO2 máx., ritmo, divisiones, resistencia, levantamientos máximos.

Pero, ¿qué tan bien usas estos datos?

  • Al usar datos para monitorear y proporcionarte retroalimentación, es importante que los uses en el contexto de los objetivos que establezcas, lo que te mantendrá encaminado y motivado.
  • Esto te permitirá llegar antes de lo pensado a tu meta deportiva, aprendiendo sobre todo del principio de prueba/error.

Mantente flexible

Avanzar como un tren de vapor es inútil si tienes datos de entrenamiento que sugieran que tu rendimiento es deficiente o no te estás adaptando.

Por eso, debes reevaluar constantemente los objetivos de tu proceso a corto plazo según cómo te sientas.

Por ejemplo, si no te encuentras bien, estás lesionado o lento, es posible que debas tomar un día de entrenamiento más ligero y reevaluar una meta deportiva para las siguientes seis semanas.

Esto no significa que no alcanzarás tu objetivo a largo plazo, al contrario, tienes  la mejor oportunidad de lograrlo.

Ahora bien, si no lo haces y te pones terco/a es probable que llegues a sufrir una lesión grave o sobre-entrenarte.

En fin, si estableces tus metas de manera adecuada, significa que trabajarás bastante duro para lograrlas, entonces, debes recompensarte a ti mismo cuando lo hagas.

El trabajo duro fomenta tu confianza y mantiene tu motivación