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El popular cartílago de tiburón, puede servir para varios propósitos relacionados con la salud articular y de los cartílagos.
En el año 1992 se publicó el libro “Sharks don’t get cancer” (Los tiburones no contraen cáncer), cuyas afirmaciones convirtieron al cartílago de tiburón en un suplemento muy popular para aliviar el dolor y la inflamación que produce la artritis, por ejemplo.
Actualmente, se continúa utilizando para tratar la picazón en la piel escamosa (psoriasis), la osteoartritis y otras afecciones, a pesar de que la evidencia científica sobre su eficacia es limitada.
¿Qué es el cartílago de tiburón?
El cartílago de tiburón es el tejido elástico resistente que brinda soporte al cuerpo del animal (Squalus acanthias). Se extrae principalmente de tiburones capturados en el Océano Pacífico.
Está compuesto por mucopolisacáridos, calcio, fósforo, sulfato de condroitina, entre otras sustancias.
¿Para qué sirve?, propiedades del cartílago de tiburón
Los suplementos de cartílago de tiburón, son muy populares en la medicina alternativa, pues se les atribuyen propiedades antiinflamatorias sobre todo.
Alivia la artritis
- Aunque no se ha estudiado a fondo su capacidad de aliviar la artritis, se ha analizado de cerca uno de sus componentes clave: el sulfato de condroitina.
- Este sulfato es capaz de aliviar el dolor de las articulaciones y proteger el cartílago.
Ayuda a tratar la psoriasis:
- Reduce la inflamación y la picazón de las lesiones causadas por la psoriasis en la piel, debido a sus propiedades antiangiogénicas y antiinflamatorias.
Puede ser antitumoral:
- Debido a que puede detener o retardar el crecimiento de los vasos sanguíneos que alimentan los tumores, los “mata de hambre” privándolos de oxígeno y nutrientes.
Usos del cartílago de tiburón
Aunque los estudios científicos sobre su extracto estandarizado no son concluyentes, su efectividad lo ha convertido en un suplemento popular. Posee varios usos terapéuticos, ente los cuales están:
- Cicatrización de heridas.
- Combatir la inflamación del intestino (enteritis).
- Reducir el daño en la retina debido a la diabetes.
- Tratar la artritis o, incluso la psoriasis.
Fuente natural de cartílago de tiburón
El cartílago de tiburón se extrae de animales capturados generalmente en el Océano Pacífico. En su forma natural, es de color blanco y puede tener un olor y sabor desagradable, sin embargo se lo trata para elaborar los suplementos.
Suplementos de cartílago de tiburón
A partir de cartílago de tiburón, se elaboran varios tipos de extractos, incluido el lactato de escualamina, AE-941 y U-995.
Está disponibles suplementos en forma de tabletas, polvos, extractos líquidos o cremas tópicas para tratar el dolor en las articulaciones. Por lo general se lo combina con otros compuestos para la salud articular especialmente.
¿El cartílago de tiburón tiene efectos secundarios?
Aunque aún no se han estudiado los efectos a largo plazo de su extracto parece ser bien tolerado en pequeñas dosis.
Sin embargo, algunas personas sensibles pueden experimentar algunos efectos secundarios como mal sabor de boca, náuseas, vómitos, diarrea, mareos, calambres abdominales e hinchazón, estreñimiento.
Para las personas sensibles, puede elevar los niveles de azúcar y provocar una sobrecarga de calcio en la sangre, aunque esto solo si hay sobredosis.
Bibliografía científica sobre el cartílago de tiburón
Existe evidencia científica limitada sobre sus beneficios para la salud, sin embargo, continua siendo un suplemento muy utilizado para tratar algunas afecciones.
Un informe publicado en la revista “Science”, afirmó que: “el cartílago de tiburón contiene una sustancia que inhibe fuertemente el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos hacia los tumores sólidos, lo que restringe el crecimiento del tumor. Sin embargo, según un artículo publicado en 2004 en la revista “Cancer Research”, no existe evidencia científica de que el cartílago de tiburón sea útil para tratar o prevenir el cáncer o cualquier otra enfermedad.
Por otro lado, un estudio publicado en 1998, informó que un tipo de extracto AE-941, tiene propiedades antiangiogénicas y antiinflamatorias que proporcionan una clase completamente nueva de agentes para tratar enfermedades cutáneas y sistémicas asociadas con la alteración de la vascularización, como la psoriasis.